Inteligencia emocional: una clave en nuestras vidas y en nuestros trabajos
- Ramiro Pratto
- 29 jun 2020
- 2 Min. de lectura
Por Francisca Sorrentino

La inteligencia emocional es la capacidad que tenemos de expresar nuestras emociones y poder entender las de los demás. Es una forma de guiar nuestro comportamiento y de comprender el de los otros, tanto en la vida laboral como en la personal.
Hoy, la mayoría de las empresas se concentran en la inteligencia emocional para mejorar el ámbito laboral o cuando deben admitir nuevos empleados. Es clave para las grandes corporaciones tener trabajadores que hayan desarrollado esta inteligencia además de las capacidades básicas dentro de su organización. No solo es necesario que se conozcan a sí mismos y reconozcan de manera clara sus emociones, sino que también deben esforzarse y tener la capacidad de comprender al otro.
La clave para comprender a los demás es la empatía, una característica fundamental para la inteligencia emocional. Cuando una persona es empática, hace el esfuerzo de salirse de sí misma para poder entrar en el otro, mirarlo y escucharlo, para entender por qué es como es y por qué hace las cosas que hace. Esto es necesario en la vida cotidiana y en el ámbito laboral, porque ayuda directamente al buen entendimiento y favorece la conexión con nuestros compañeros.
Por eso es de vital importancia tener la capacidad de resolver conflictos entendiendo por qué se generan y quién los genera. Reconocer las ideas de los demás escuchándolos empáticamente, trabajar en equipo reconociendo al otro y saber expresar lo que pensamos sin desacreditar lo que piensan los demás se convierten en habilidades esenciales.
Nuestros pensamientos, palabras y sentimientos están completamente conectados
La OBS Business School afirma que es necesario saber equilibrar la inteligencia emocional en el trabajo y da cuatro consejos para hacerlo:
1) Analizarse a uno mismo para saber qué cosas te pueden hacer reaccionar emocionalmente y de qué manera, para tratar de mejorar y cambiar esas reacciones.
2) Aprender a escuchar, que no es lo mismo que oír. Hay que saber escuchar cuando un compañero plantea un problema, y si te genera dudas preguntar para aclarar. Esto te ayudará a tomar decisiones concretas y claras.
3) Saber interpretar el lenguaje corporal propio y el de los demás. No siempre las palabras coinciden con lo que dice el cuerpo, la mirada o los gestos. Ello puede ir en tu contra.
4) Saber qué cosas te causan estrés. Te servirá para evitar esas emociones repentinas que puedan frustrar tu día o tu trabajo.
Nuestros pensamientos, palabras y sentimientos están completamente conectados. Tenemos pensamientos que ponemos en palabras y que nos generan emociones o sentimientos. Por eso es necesario conocernos a nosotros mismos para tener en claro qué es lo que pensamos y así entender por qué sentimos lo que sentimos.
Si lo que conocemos de nosotros mismos no se comunica, y la otra persona no lo tiene en mente a la hora de estar en contacto con nosotros, es probable que existan choques, tanto en la vida laboral como en la personal. Si nosotros no tenemos la capacidad de distinguir estos pensamientos y emociones en nosotros mismos, menos lo podrán hacer nuestros compañeros de trabajo. Es por eso que trabajar en el autoconocimiento es fundamental para estar en contacto con otras personas.
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