Los siete principios de Leonardo da Vinci para estimular la creatividad
- Ramiro Pratto
- 29 may 2020
- 3 Min. de lectura
Por Daniela Minotti
Según Xavier Ferrás, innovar tiene que ver con buscar ventajas competitivas. En la gig economy de hoy, donde las organizaciones exponenciales y el emprendedurismo lideran, parece crucial desarrollar las habilidades adecuadas para poder generar valor y diferenciarse.

Con la intención de desarrollar competencias creativas, se buscan referentes que inspiren. Y entre los nombres que pueden surgir hay uno destacable; una persona cuya curiosidad lo impulsó a abordar muchas disciplinas, en vez de concentrarse en una sola. Leonardo da Vinci, pintor, ingeniero, científico, matemático, filósofo, en suma, inventor, es una fuente de inspiración.
En el libro Atrévase a pensar como Leonardo, escrito por Michael Gelb, se explican los siete principios de da Vinci, los cuales reflejan una forma de pensamiento creativa. Estos pueden desarrollarse mediante la exploración y la práctica.
Curiosita
Se deben abordar los proyectos con una curiosidad insaciable, como parte de la búsqueda continua de conocimiento. Como da Vinci, que anotaba todas sus preguntas en una agenda, la profesora y entrenadora intuitiva Wendy Yost propone una serie de ejercicios para estimular la curiosidad, como por ejemplo escribir una lista con 100 preguntas que son importantes para uno y de esas elegir las 10 más significativas, o seleccionar un tema y escribir 10 preguntas sobre ello.
Dimostraziona
Hay dos formas de generar conocimiento: de manera intelectual o por experiencia. En este último caso, el conocimiento se obtiene de la reflexión que se ha hecho de lo vivido.
La tendencia del sistema educativo es que los estudiantes aprendan antes de la práctica, pero justamente es en la acción donde se fijan los conocimientos. Lo que la Dimostraziona propone es un compromiso con la experimentación; con probar el conocimiento mediante la experiencia, la persistencia y la voluntad de aprender de los errores.
Sensazione
Se requiere del continuo refinamiento de los sentidos, sobre todo la visión, para así animar la experiencia. Como explica Joseph O´ Connor en el libro Introducción a la programación neurolingüística, las puertas de la percepción son los sentidos, son nuestros únicos puntos de contacto con el mundo. La vista, el tacto, el oído, el gusto y el olor son la llave a la experiencia.
Pero también se debe estar en contacto con el mundo interior, con lo que se siente, apreciar tanto lo interno como lo externo, mediante la música, el arte, los paisajes y la riqueza que trae la belleza estética. En definitiva, esta etapa consiste en apreciar lo que se da por supuesto, aquel entorno neutralizado.

Sfumato
La disposición de abrazar la ambigüedad, la paradoja y la incertidumbre también es crucial. No se debe rechazar lo que no se entiende, sino que se debe estar abierto al mundo, tener una visión contemplativa y estar dispuesto a entender, para reflexionar sobre ello. Con esta actitud lo complejo eventualmente toma forma y se puede acceder a ello.
Arte/sciencia
Los dos hemisferios del cerebro deben estar trabajando, lo cual supone el desarrollo del balance entre ciencia y arte, lógica e imaginación. Da Vinci no solo pintaba, sino que también se dedicó a la ciencia, y entre esas dos vocaciones encontró un equilibrio, al mismo tiempo desafiante y estimulante.
Corporalita
Cultivar la gracia y la salud. Da Vinci realizaba sus obras e inventos con todas las herramientas con las que contaba, por ejemplo, pintaba usando las dos manos. El uso de todo el cuerpo, sobre todo el sector que menos se maneja (el derecho que no usa la mano izquierda y viceversa) estimula el cerebro. Cuidar el cuerpo mediante el ejercicio, la pose pulida, entre otros, ofrece salud y equilibrio; algo esencial para la productividad.

Connessione
Debe apreciarse la conectividad de todas las cosas, los patrones en ellas. Como en la escritura de un ensayo, es ventajoso encontrar las conexiones en el tramado de ideas que surgen, que conducen a pensamientos inesperados, lo cual permite comprender más conceptos y así la red se va multiplicando.
Como explica Gleb, para ser competente se debe tener un pensamiento crítico, pero también creativo, tal como Leonardo da Vinci. Estos siete principios sirven de orientación, para que los emprendedores de hoy tengan más herramientas para alcanzar la innovación.
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